Al hablar de los pueblos del norte de la península, Estrabón dice que éstos se nutrían la mayor parte del año de bellotas, que después de secas y trituradas se molían para hacer pan que se podía guardar durante mucho tiempo. Además en muchos castros se encontraron piezas de molinos que debieron utilzarse en las tareas del molido.
Los habitantes de los castros también se dedicaban a la agricultura. Se han encontrado semillas carbonizadas de diversos cereales: trigo, cebada, avena, maíz, así como berzas, habas o guisantes.
Las habas fueron utilizadas en el mundo antiguo bajo la forma de puré o de pan, mientras que los guisantes pudieron tomarse en forma de sopa. Las berzas pudieron consumirse a través de caldos.
Se ha demostrado que los celtas también comían ovejas, cabras y cerdos. Además es posible que también utilizasen su leche y sus derivados, como por ejemplo la mantequilla.
Los caballos no se consumían porque estaban considerados animales de prestigio, especialmente vinculados con la actividad guerrera.
Los celtas bebían además de agua, el zythos, que era una especie de cerveza hecha por la fermentación de algún cereal, cebada o maíz. También bebían vino. Los castreños tenían poco vino pero, si lo conseguían , los participantes lo consumían sentados en un banco arrimado al muro y situados de acuerdo con su edad y rango. Cuando se comenzaba a beber los hombres bailaban o bien en conjuntos, acompañados por flautas y trompas, o bien individualmente saltando y encogiéndose alternativamente.
Los elementos presentes en la dieta permiten considerar que desde un punto de vista cualitativo, ésta pudo ser completa y equilibrada debido a la variedad de principios nutritivos presentes en las verduras y animales empleados en la alimentación humana.
Estrabón (60 a.C-21 d.C.) fue un gran viajero que recorrió casi todo el mundo conocido y un importante geógrafo de la época romana. Estrabón es el autor de la obra titulada Geographiká, el libro de viajes más importante de aquella época.
Fuente: A vida cotiá na Galicia castrexa, José M. Vázquez Varela, Marco V. García Quintela
Los habitantes de los castros también se dedicaban a la agricultura. Se han encontrado semillas carbonizadas de diversos cereales: trigo, cebada, avena, maíz, así como berzas, habas o guisantes.
Las habas fueron utilizadas en el mundo antiguo bajo la forma de puré o de pan, mientras que los guisantes pudieron tomarse en forma de sopa. Las berzas pudieron consumirse a través de caldos.
Se ha demostrado que los celtas también comían ovejas, cabras y cerdos. Además es posible que también utilizasen su leche y sus derivados, como por ejemplo la mantequilla.
Los caballos no se consumían porque estaban considerados animales de prestigio, especialmente vinculados con la actividad guerrera.
Los celtas bebían además de agua, el zythos, que era una especie de cerveza hecha por la fermentación de algún cereal, cebada o maíz. También bebían vino. Los castreños tenían poco vino pero, si lo conseguían , los participantes lo consumían sentados en un banco arrimado al muro y situados de acuerdo con su edad y rango. Cuando se comenzaba a beber los hombres bailaban o bien en conjuntos, acompañados por flautas y trompas, o bien individualmente saltando y encogiéndose alternativamente.
Los elementos presentes en la dieta permiten considerar que desde un punto de vista cualitativo, ésta pudo ser completa y equilibrada debido a la variedad de principios nutritivos presentes en las verduras y animales empleados en la alimentación humana.
Estrabón (60 a.C-21 d.C.) fue un gran viajero que recorrió casi todo el mundo conocido y un importante geógrafo de la época romana. Estrabón es el autor de la obra titulada Geographiká, el libro de viajes más importante de aquella época.
Fuente: A vida cotiá na Galicia castrexa, José M. Vázquez Varela, Marco V. García Quintela
2 comentarios:
Una correción: Es imposible que tomaran maíz los celtas, pues hasta 1492 no se descubrió junto con América
No pescaban peces los Celtas?
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